La sustancia es un análogo sintético de la hormona producida por las madres lactantes caninas que es registrada por el perro como "promoción de un comportamiento tranquilo y seguro además de un establecimiento de vínculo con la madre.
Un estudio clínico publicado en 2008 examinó los efectos del DAP en los cachorros inscritos en las clases de socialización. El estudio encontró que los cachorros que recibieron la hormona mostraron menos ansiedad y más interacciones positivas con otros cachorros que los que recibieron placebos.
Un estudio doble ciego, controlado con placebo publicado en 2007 analiza sus efectos en cachorros recién adoptados de entre 6 a 10 semanas, se encontró que el tratamiento DAP indujo una reducción estadísticamente significativa en el llanto sólo entre los perros de caza.
Las feromonas de apaciguamiento se comercializan en collares, difusores y aerosoles. Debido a la naturaleza de cómo funciona el DAP, los collares, difusores y aerosoles deben ser enviados por usados antes de un evento estresante esperado (por ejemplo, introducción a un nuevo hogar). CEVA, la compañía de salud animal detrás del DAP, lo ha puesto al mercado con el nombre de Adaptil.
Se recomienda colocar el DAP -infundido collares 24 horas antes del contacto con un factor de tensión previstos (por ejemplo, un viaje en coche). Debido a que los collares se activan por el calor, estos se deben colocar muy apretados lo que puede resultar incómodo para el perro. En el caso de los difusores CEVA recomienda colocarlos 2 semanas antes de la exposición al estímulo esperado. A pesar de que se reclame que el difusor es completamente funcional después de 24 horas, sugieren esperar hasta meses antes de evaluar la eficacia del difusor. DAP en forma de spray es de acción más rápida, pero sólo tiene una zona de efecto muy corta. Debido a estas limitaciones, no se recomiendan las feromonas, como DAP, para su uso en situaciones agudas.
No se recomienda el uso exclusivo de feromonas para las fobias severas. Los casos graves deben incorporar el uso de feromonas con otros ansiolíticos. El uso de feromonas de perro no es la panacea. Su eficacia ha sido cuestionada, tanto en humanos como en animales. CEVA sugiere que la eficacia de la feromona del apaciguamiento del perro ha sido demostrada por varios estudios. Sin embargo, el Diario de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria han publicado revisiones sistemáticas de ensayos clínicos de feromonas asociadas. En estos comentarios sugieren que la mayoría de los ensayos clínicos proporcionan pruebas insuficientes.